Evolución del concepto de vuelo libre en aeronáutica

Evolución del concepto de vuelo libre en aeronáutica

Sabemos que lo practicamos… pero te has preguntado ¿qué es exactamente el vuelo libre? Aquí encontrarás algunas respuestas interesantes.

El concepto de vuelo libre ha estado presente desde los inicios de la aeronáutica. Desde el 15 de octubre de 1783 cuando Jean-François Pilâtre de Rozier ascendió en un globo que no estaba anclado a tierra (cautivo) se llamó a esto vuelo libre porque se desplazó ¨libremente¨ a merced del viento.
Pronto se crearon nuevas formas de surcar el cielo cuando Otto Lilienthal (1848-1896) a partir de 1891 realizó descensos desde colinas con alas de su invención que lograban planear establemente. Sus aparatos, de estructura semirrígida, estaban hechos de mimbre y tela. Realizó más de dos mil vuelos superando en algunos los 300 metros de recorrido.
Al referirse a este hecho, tanto el piloto como la prensa de la época, lo llamaban vuelo libre. La argumentación era que la palabra vuelo se refiere al fenómeno en el cual se desplaza un objeto por el aire aprovechando la fuerza de sustentación que genera su forma aerodinámica. Así estaba claro que lo realizado por Lilienthal era volar por lo que siendo consecuente con este concepto, se evidenció que los globos no volaban sino que flotaban.
Así los ascensos en globo ya no se podrían considerar vuelos. Algo similar ocurre con los cohetes: no flotan… pero tampoco vuelan. Ni siquiera dependen del aire sino que se desplazan debido a un fenómeno de reacción a la expulsión de gases que ellos mismos generan. De este modo el concepto de vuelo libre comenzó a usarse a partir de aquel momento para los vuelos de artefactos como los de Lilienthal.
En 1903, con los vuelos de los hermanos Wrigth, se inician los vuelos de aeronaves más pesadas que el aire propulsadas con motor. Esto revolucionó la aeronáutica marcando diferencia entre estas nuevas aeronaves y las que no utilizaban motor. Fue entonces cuando se estableció la definición de vuelo libre como volar con aeronaves no motorizadas. Los planeadores de todo tipo fueron considerados naves de vuelo libre.
Por los años 1912 y 1914, la práctica de vuelo libre tomó gran impulso en la región alemana de Wasserskuppe donde un grupo de estudiantes de Darmstad construyeron sus propios planeadores y realizaron innumerables vuelos llegando a alcanzar cifras asombrosas para aquellos años como 1,52 minutos de duración y 830 metros de recorrido. En este país, luego de la Primera Guerra Mundial se produce un gran desarrollo de los planeadores y aplican métodos para hacer que estos vuelen cada vez más alto y lejos mediante la conveniente utilización de la aerología y las condiciones atmosféricas. Se organizaron competencias de alto nivel técnico y masividad en donde se presentaban planeadores cada vez más sofisticados y pesados.
La práctica impuso la nueva tendencia de construir planeadores ligeros y sencillos. Luego se perfeccionaron y surgió la modalidad de planeadores ultraligeros. Un exponente fue Reinhold Platz (1886-1966), quien a pesar de ser carpintero, ganó reputación por diseñar aviones durante la Primera Guerra Mundial como el Focker DVIII que utilizó Von Richthofen, el célebre Barón Rojo, con el que completó ochenta derribos de aviones enemigos. En 1922 Platz presentó un planeador concebido para ser “una máquina extremadamente simple, fácil de producir, de transportar (por una persona sola), de reparar y con un costo no mayor que una buena bicicleta”.
El peso total era de apenas 16 kg y fue probado en la localidad de Vlissingen, Holanda. Muchos años después, en los sesenta, otro entusiasta logró un importante paso. El piloto de autogiros australiano John W. Dickenson, bajo el mismo principio de simplicidad máxima y basado en un paracaídas tipo Rogallo, construyó un planeador que en tierra podía trasportarse a pie y una vez listo para el vuelo despegaba usando las piernas del propio piloto. Dickenson iniciaba el vuelo remolcado por una lancha y luego se desprendía para continuar la trayectoria sin motor. Bautizó su nave como Sky Wing y realizó un memorable vuelo el 4 de julio de 1969 cuando logró completar dos vueltas alrededor de la Estatua de la Libertad de Nueva York. Se considera esta fecha como el nacimiento del vuelo libre tal y como lo conocemos actualmente.
De modo que, al concepto de vuelo libre, además de la característica de ser el desarrollado por aeronaves sin motor, se le agrega que estas pueden despegar usando los propios pies del piloto, ya sea lanzándose desde una elevación o siendo remolcadas desde suelo llano hasta lograr una altura conveniente en la que, desprendiéndose del remolque, pueden continuar su vuelo planeando. Establecida la modalidad de planeadores ligeros, se comenzó a considerar entonces al vuelo hecho con planeadores de pesos mayores como vuelo a vela.
Otro manejo que se le ha dado al concepto de vuelo libre en la aviación deportiva viene del aeromodelismo. Precursor de este deporte se considera al inglés Cayley quien en 1804 construyó e hizo volar varios planeadores. Fue muy conocido también el francés Alphonse Pénaud quien en 1871 fabricó un modelo llamado Planóforo que utilizaba como fuente
motriz ligas sometidas a torsión. Los vuelos de estos artefactos eran considerados también vuelo libre. En los años 30 del siglo XX se fabricaron los primeros minimotores de combustión interna para estas pequeñas aeronaves y en la década del 40 el norteamericano Jim Walker introduce el vuelo circular logrando el control mediante cables que accionaba el piloto. Ya que existían anteriormente los modelos que volaban libremente sin control, se decidió establecer oficialmente esta diferenciación con dos campos: los de vuelo controlado y los de vuelo libre. Estos últimos se referían a aquellos que volaban sin gobierno. Hoy todavía la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) reconoce esta subdivisión.

Vuelo libre para controladores aéreos

En los últimos años ha surgido una tendencia en navegación aérea bajo en concepto de Free Flight (vuelo libre, en inglés) que auxiliándose en moderna tecnología se dirige a eliminar restricciones para volar. Según sus defensores el verdadero vuelo libre prescinde del control de ATC recayendo la responsabilidad en los pilotos que, auxiliados por sistemas informáticos, pueden de forma independiente, tomar decisiones acerca de las más convenientes trayectorias
de vuelo. En tal sentido se define el vuelo libre como un vuelo seguro y eficiente con capacidad de operación bajo reglas de vuelo por instrumentos en el que los operadores tienen la libertad para seleccionar su ruta y velocidad en tiempo real.

Conclusiones

El concepto de vuelo libre, propio de la aviación deportiva, tiene dos acepciones:
1- El vuelo de una nave sin motor y que puede ser transportada y despegada a pie.
2- En aeromodelismo, aquellos modelos que vuelan sin control. En este caso puede que tengan motor o no.

Reinhold Platz (1886-1966) planeador